viernes, 28 de enero de 2011

Mi Platero y yo y yo XV

CAPÍTULO XV: SUSTO EN LA ARENA

Mi Platero y yo y yo en la playa, jugando con un tesoro peludo, la perra Nena. Nena es pequeña, de color canela, y cuando te lame te llena de virutillas de arco iris.

Nena le ladra a mi Platero y yo, parece que le diga: ¿y tú por qué no corres?
Mi Platero y yo hace como si no la entendiera, ahora está disfrutando de la brisa marina y no quiere ser molestado.

Mi Platero y yo en otra vida debió de ser marinero, tripulante de náuticos ensueños, pues parece que escuche la voz del océano, que entienda su acuático lenguaje.

-¡Ay, Platerillo! ¿Qué es lo que te cuenta el murmullo del mar?
Mi Platero y yo nada dice, tan sólo escucha.

Al arrullo del mar me adentro en la inmensidad onírica.
Al despertar... ¿dónde está mi Platero y yo? Mi Platero y yo no está a mi lado.
Una aterradora sensación me recorre el cuerpo. A la Nena tampoco la veo. Un espasmo vertiginoso me nubla la vista.

-¡¡¡¡¡Nena, Platerillo!!!! ¡¡¡¡Nena, Platerete!!!! ¡¡¡¡Nena!!!!

Algo me dice que me gire. Ahí viene la Nena corriendo... llevando a mi Platero y yo colgando de su linda boca.

-¡¡¡¡¡Nena!!!!! ¡¡¡¡¡Platerete!!!!! ¿Dónde estabais, granujillas?

La Nena me responde con un lametón arco iris, y a mi Platero y yo le atisbo una sonrisa colgante.

-No me peguéis estos sustos, golfillos. ¿Qué sería de mí sin vosotros?

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