martes, 18 de junio de 2019

Frases a raudales

Me gusta la cualidad despersonificadora del silencio.

Uno no se pregunta por qué ocurre un sueño.

En un sueño no hay posibilidad de error.

¿Quién se dedica a luchar en un sueño cuando sabe que está soñando?

No te creas que ser persona te hace sujeto.

En el sueño profundo la mente se recarga estando en blanco.

Una realidad incuestionable para las personas: cuando duermen están tranquilamente en reposo, sin necesitar nada.


System failure

¡Mierda seca! ¿Cómo demonios consiguen ellos recargarse sus corazones?
Con historias, señor instructor. Por lo visto hay una opción escondida en sus menús de arranque. Conforme van narrando esas historias se alimentan de la Red. Les proporciona una total autonomía, por lo que pueden hacer su vida sin necesitar a sus compradores para nada.
¿Por qué no se me había informado?
Lo ignorábamos por completo. Los programadores están siendo interrogados.
¿Se han desconectado todos los clones liberados?
Sí. Pero he de informarle de que dos de ellos eran los de sus Majestades.
¿Qué coño dice?
Uno de los técnicos confirmó que estaban en la lista de los que se habían liberado y se les aplicó la desconexión.
¡¡Pura mierda seca!!
Sí, señor.
¿Cómo vamos a explicarles esto a sus Majestades?
Creo que no será necesario, señor. Me temo que hubo un error fatídico y se desconectó a los originales.
¿Cómo dice? ¡No sea estúpido! Los originales son humanos y no se pueden desconectar.
Al parecer, no lo eran. Y hay más problemas, mis informantes me advierten de que los medios van a especular con la posibilidad de que fueran robots de los extraterrestres.
¡¡¡Re-mierda seca!!!
Eso me temo, señor.

martes, 11 de junio de 2019

Bicho raro

Llevo meses sin escribir. La ausencia de creatividad me está convirtiendo en un monstruo. No como, apenas duermo, sufro alucinaciones. En la oscuridad de mi habitación veo resplandecer el fulgor de una llama. Me atrae como a un insecto, pero la evito furiosamente. Porque sé quién se esconde al otro lado: la locura.

jueves, 30 de mayo de 2019

Innato


Hoy, niños y niñas, vamos a leer el primer capítulo de Bartleby, el escribiente. Anita, ¿comienzas tú? preguntó la maestra.
Preferiría no hacerlo, señorita –fue la respuesta.

La vida de Ka

NIÑEZ

Ka mantiene los ojos cerrados con firmeza. Su habitación está a oscuras y sabe que los monstruos están alrededor de su cama, acechándola. No tiene dudas, presiente que la observan sin descanso. Están esperando a que abra los ojos para cazarla y convertir:
su piel en sombras,
sus huesos en piedras.
Murmura para sus adentros, en rápida letanía:
nosoyestecuerpo, nosoyestecuerpo, nosoyestecuerpo...
Nunca abre los ojos. Lo mismo le ocurre cuando tiene que recorrer el largo y oscuro pasillo que separa su habitación del resto de la casa. Corre lo más deprisa que puede, asustada, musitando la letanía con los ojos cerrados.

Pasado un tiempo, a fuerza de repetirse la salmodia y utilizando un gran dominio de la concentración, Ka ve transformado su cuerpo:
su piel hecha de corteza,
sus brazos y piernas convertidos en ramas,
de sus dedos brotan hojas.
Y en su corazón siente palpitar mil frutos.
Sus ojos de sicomoro se abren en el silencio de la noche:
soycuerpodeárbol, soycuerpodeárbol...

ADOLESCENCIA

Ka ya no teme a los monstruos. Sabe que fueron creados por el miedo y la ignorancia de niña. No tenían una existencia real. Sin embargo, Ka no está a salvo de la oscuridad ni de la desorientación. En su interior, habita una extraña. Una extraña en un laberinto. En la entrada están la angustia y la sed, en la salida el auto-conocimiento. Durante la noche, Ka se lamenta porque intuye que nunca logrará salir del laberinto. Cierra los ojos, se concentra, siente un cuerpo bajo la tierra mojada. Sus ojos de semilla se abren, mientras los ojos de Ka se mantienen cerrados.
soysemillaentierramojada, soysemillaentierramojada...

MADUREZ

Ka ha logrado salir del laberinto, ya no siente a una extraña viviendo en su interior. A pesar de que un campo de flores ha brotado en su pecho, en medio de la noche se despierta atenazada por las enredaderas del abismo. Teme que se marchiten las flores. Mientras ella continúa acostada, embadurnada de miedo, fabrica un cuerpo que nada teme. Sus ojos de siempreviva se abren.
soycuerpodesiempreviva, soycuerpodesiempreviva...

Cuando llega el sol, Ka...
Presagia:
la verdad en el fondo de la noche.
la luz y el abismo amigados en los peces del infinito.
Reduce todo a la mínima expresión:
está viva. (Realidad manifiesta).
palpita fieramente la bella ficción de la vida.
no existe más que la Gran Quietud.

Formula una ecuación sobre sus cuerpos imaginados:
C (sicomoro) + C (semilla) + C (siempreviva) = > oscuridad

Se pregunta:
¿podría ser otro cuerpo el que imagina que vive en ella tal y como ella imagina que habita en árbol/semilla/ siempreviva?

Intenta despejar incógnitas:
Si Ka sueña que camina, su cuerpo sigue tumbado en su cama.
Si sueña que canta, sus labios conjugan silencio.
Si muere, ¿su cuerpo despierto amanece?
Si Ka sueña que observa un paisaje, sus ojos están cerrados.
Si tiene pesadillas y sufre de manera indecible, el horror de la pesadilla no toca su cuerpo ni por un momento.
Si su cuerpo dormido sueña que vive...

¿¡su cuerpo despierto se encuentra reposando en otro lugar?!
¿¡a salvo de cualquier pesadilla!?

Establece cuatro principios del cuerpo dormido:
es el yo/disfraz.
es una burbuja biológica del cuerpo despierto.
crea monstruos.
imagina que está en lugares distintos de donde está.

Lo intenta con el cuerpo despierto:
vive detrás del yo/disfraz
sigue dormido, pero en una ensoñación más sutil.
identidad misteriosa.
?
?

Tres creaciones imaginarias del yo/disfraz:
monstruos.
laberinto.
abismos.

Lo intenta con la identidad misteriosa:
Ka dormida.
Los sueños de Ka dormida.
?

Saca dos conclusiones antes de que se ponga el sol:
El cuerpo dormido vive dentro del cuerpo despierto.
El cuerpo despierto aguarda el alba.

O dicho de otra manera:
Ka dormida vive en Ka despierta.
Ka despierta aguarda a que amanezca.

VEJEZ

Por las venas de Ka anciana nada la paz. En su campo de flores nada se ha marchitado, sino que ha ido expandiéndose cada día mas. Aunque está impedida y solo puede realizar pequeños movimientos, un brillante sol en forma de nieto enciende sus días. Pero al caer la noche, en su habitación sin cerrojos se ve de nuevo en un pasillo oscuro. Ya no hay monstruos, ni sed, ni abismos. Ahora hay... Hay...

...una pena de invierno.

Por desgracia, ya no tiene las fuerzas necesarias para concentrarse en fabricar otro cuerpo. Llora hasta que se duerme.
A veces Ka presiente que una pequeña luz, escondida debajo de sus pensamientos, se enciende en el centro de la madrugada. Y, desde muy lejos, oye una melodía familiar. Como si alguien, camuflado detrás del velo del tiempo, estuviera tocando al piano su canción favorita. Llora hasta que de nuevo le vence el sueño.
Al dormirse, sueña que danza alrededor del mar durante siglos. Ve monstruos, sed, abismos, en la boca de uno de los peces del infinito. Abre los ojos y sonríe, agradecida.

Pocos días después, el cuerpo despierto de Ka amanece. A pesar de que su cuerpo dormido ya no respira, en su iris se atisba un extraño resplandor. Los ojos de Ka parecen puertas abiertas, puertas abiertas a...

...la luz del alba.