Me sumí en una inmensidad de vacíos.
Estuve ausente del planeta que me vio perecer.
Yo amaba a este globo verde y azul.
Mas me llenó de huellas y cicatrices.
Pensé que la muerte todo lo extinguiría.
Y que el amor era dolor sin medida.
Pero me equivocaba.
Este mundo no es inmundo, ni en él hay inmundicias.
Porque es un círculo de únicas travesías.
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