martes, 8 de febrero de 2011

Lo que haga falta

Lo que haga falta, hermanas.
Entregadas a la voz del gran Espíritu, dispuestas a cualquier cosa planeada por todo lo que es, preparadas para celebrar, para la noche, para el abismo, para la reunión entre el cielo y la tierra.
Lo que haga falta.
Mientras el mar nos siga llamando con el rumor de su ancestral oleaje... lo que haga falta, hermanas.
Mientras la noche nos siga cantando sus misteriosas aventuras... lo que haga falta.
Mientras las estrellas continúen irradiando sobre nuestras cabezas el resplandor que alumbra los negros pozos... lo que haga falta.
Mientras el cielo se mantenga en su lienzo, deleitándonos con sus insondables paisajes... lo que haga falta, compañeras.
Mientras la luna y el sol sigan bailando, buscando abrazos con sus rayos dorados y plateados... lo que haga falta.
Mientras quede una montaña, escalera majestuosa que nos conduzca al cielo... lo que haga falta.
Mientras las flores se alcen al son de los instantes derramando perfumes que nos curen el alma... lo que haga falta.
Mientras vivan las piedras, rocas para nunca soltarse, cuevas para refugiarse... lo que haga falta.
Mientras haya un árbol donde reposar la angustia de la existencia, un árbol donde descansar de las sombras a su sombra... lo que haga falta.

Lo que haga falta, hermanas. Todo por la magia.
Ya llega la hora, la hora de la cosecha.
Un tramo más del camino y hallaremos la salida al laberinto, que es la entrada para culminar tantos eones estando dormidas.
Lo que haga falta, hermanas. Lo que haga falta, amigas.
Para eso nos dimos estas vidas.

Mientras uno sólo de nuestros sueños flote en el lago de la imaginación, no morirá nuestra visión, mientras uno sólo de nuestros sueños siga sonando al son de nuestra canción, habrá valido la pena la pena.
Mientras uno sólo de nuestros vuelos navegue por el océano de lo ignoto, no se extinguirá nuestro batir de alas, mientras uno sólo de nuestros vuelos no renuncie a su bucear, nuestra soledad no nadará nunca sola. Nunca.
Mientras una sóla nota de música surque la gozosa partitura del ser, tendremos armonía.
Mientras quede un sólo barco de lo eterno que nos lleve a destino, habrá guía para esta gélida y cegadora tormenta.
Mientras una imaginada puerta a la luz se nos aparezca para reconocer momentáneamente a la fiera oscuridad, sostendremos la antorcha del origen, sólo con nuestra presencia.
Mientras una sola de las velas que encendimos para recordarnos, continúe encendida, hallaremos cobijo. Mientras uno sólo de nosotros, los soñadores despiertos, mantenga su atención enfocada en lo imperecedero, no pereceremos.
Hermanas, lo que haga falta.
Lo que haga falta...

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