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a VirtualityRelatos. Logueando usuario Anochece...
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parámetros.
-Introducción
en relato corto.
-Conectando...
Establezca características.
-Personaje
masculino solitario en entorno bucólico. Sin acontecimientos
destacables.
-Buscando
coincidencias... Dos mil quinientas setenta y ocho coincidencias
encontradas. Compruebe que su traje esté correctamente conectado al
terminal del programa y seleccione una opción cuando lo desee... Ha
seleccionado El vagabundo
solitario. Introduciéndole en el relato...
Suena
Puccini. Anochece se adentra por un sendero repleto de plumas, hojas
y rayos de luna. Atisba al vagabundo solitario al final del sendero
en posición meditativa, apoyado en el tronco de un pino y con un
pájaro reposando en uno de sus hombros. En cuanto el personaje se da
cuenta de su presencia le hace señas para que se acerque a él.
Anochece se aproxima y el personaje comienza a hablar.
-¿Eres
del otro lado del bosque?
-Sí.
-Lo
imaginaba. Desprendes un aura extraña, como si no fueras real... Me
llamo vagabundo solitario. ¿Y tú?
-Yo
igual.
-Encantado.
(Se estrechan las manos). No venía nadie desde... Ya ni me acuerdo,
amigo. El bosque pregunta por qué crece alrededor nuestro tanta
soledad. No sé qué responderle. Yo digo que estamos solos en
apariencia, pero el más viejo de los pinos se está muriendo de
pena. Los he estado regando con palabras, tal y como vengo haciendo
desde siempre hasta que llegó un día en que el anciano no quiso ser
regado más. Eso es lo que me cuenta el viento, aún no he podido ir
a comprobarlo en persona porque el pino anciano está plantado al
otro de la laguna. Yo procuro no cruzar nunca la laguna, me espanta
verme solo en el reflejo.
-¿Y
cómo lo riegas si no cruzas la laguna?
-Le
mando las palabras con el viento.
(El
personaje llora. Mira a Anochece con los ojos encharcados de
lágrimas. Habla Anochece).
-Iré
contigo, así tu reflejo estará acompañado del mío. Ademas, dos
vagabundos solitarios deben ayudarse a cruzar la laguna, ¿no te
parece?
-Bendito
seas, amigo mío.
(El
personaje bebe de una botella de vodka. Le ofrece).
-Gracias.
(Anochece bebe. Pasados unos minutos habla el personaje).
-Vamos
a coger el bote. Veremos a ver si es verdad lo que cuenta el viento.
(Se
dirigen a la laguna, está atardeciendo. El personaje coge la mano de
Anochece).
-Cuando
se encuentran dos vagabundos solitarios deben cogerse de la mano...
Has venido un día en que el cielo está muy raro, dolorosamente
púrpura.
(Se
suben al bote. El personaje comienza a remar).
-Te
contaré la historia de quitatruenos, que es este señorito de aquí.
(Señala el pájaro de su hombro). Lo
encontré con la
patita quebrada en el sendero de los pensamientos. Lo estuve
cuidando día tras día hasta que se curó y comenzó pía que te pía
a quitarme los lamentos de encima. Le pregunté cómo era tan bueno
acallando lamentos y me dijo que no lo sabía. Me contó que él
antes de pegarse el trompazo y romperse la pata era un simple hacedor
de nidos y cazador de insectos, que nunca se hubiera imaginado que
sabía acallar tan bien los lamentos. Ahí está otra prueba, le
dije, ahí está otra prueba de que en este bosque todo es
apariencia, amigo. Por eso le bauticé con el nombre de quitatruenos,
es muy efectivo ensordeciendo este abismo de soledad perversa que
sobrevuela el bosque. ¿Verdad que sí, caballerete? (El pájaro pía.
Llegan al otro lado de la laguna. Caminan por un sendero de lirios
azules hasta que se detienen frente a un árbol. Habla el personaje).
-Pino
anciano, el sendero de plumas me ha traído a un amigo y venimos a
regarte. ¿Lo ves? Te dije que no nos habían dejado solos. Era una
apariencia más, viejo.
(Las
ramas del árbol se balancean. Ellos se sientan a los pies del árbol.
El personaje bebe. Le tiende la botella otra vez a Anochece y este
hace lo propio).
-Ven,
arrímate más, amigo, que quiero decirte una cosa al oído. (El
personaje coge del brazo a Anochece y le atrae hacia él).
-¿Has
venido por la tela de araña, verdad?
(Le
mira con complicidad y continúa hablando).
-Aunque
aún no te conocía la he tejido para ti. Está claro que Puccini me
ha ayudado un poco dejando sus melodías por todo el bosque pero la
tela la extendí yo. Me ha llevado años. He ido recolectando hojas,
plumas y rayos de luna hasta crear el sendero por el que has
venido. Albergaba la esperanza de que un día aparecerías.
-Pues
ha funcionado.
-Vaya
que sí.
(El
personaje ríe. Empieza a liarse un cigarrillo de marihuana.)
-Es
gracioso. Quién hubiera dicho que el
sendero de plumas y Puccini iban a atraer a otro vagabundo
solitario... Se está bien con Puccini. (Fuma) Sabe cómo
crear vacío para construir espacio, ¿verdad? Estaba convencido de
que si alguien encontraba el sendero no se iba a perder y acabaría
llegando hasta el final. Claro que, soy muy consciente de que el eco
de Puccini ejerce su poder, pero sabía que las plumas, las hojas y
los rayos de luna también harían lo suyo... ¿Verdad que se está
bien aquí? (Anochece asiente) ¡Cómo ronronea el bosque! ¡Ah! (El
personaje suspira. Le tiende el cigarrillo. Anochece lo coge y fuma
mientras el personaje continúa hablando). Tu presencia me
reconforta. Hace el aire más verdadero. Me alegro de que estés
aquí.
-Yo
también.
-¿Hay
muchos como yo en tu lado del bosque?
-¿Vagabundos
solitarios?
-Sí.
-Repleto,
como una plaga. Pero no tenemos quitatruenos.
-Qué
lástima... ¿También se os está muriendo el más anciano de los
árboles?
-También,
sólo que únicamente nos damos cuenta los vagabundos.
-¿Y
sentís miedo del reflejo solitario?
-El
mismo que tú.
(Silencio
durante veinte minutos. Lo rompe Anochece).
-No
voy a volver.
-¿No
te ha gustado el sendero de plumas? (Se entristece).
-Me
refiero a que no voy a volver al otro lado.
-¿Te
vas a quedar aquí conmigo? (Muy sorprendido).
-Sí.
-¿Para
siempre?
-No,
mi cuerpo pertenece al otro lado del bosque. Verás, en mi lado no
existe para siempre, nuestros cuerpos no son como el tuyo, los
nuestros se marchitan hasta que al final se hacen uno con la tierra.
-¿Como
las hojas que caen de los árboles?
-Sí.
Y a mí me pasa un poco lo que le pasaba al pino anciano, que no
quiero que me rieguen más. En el bolsillo llevo un frasco, ese
frasco contiene un brebaje que en cuanto me lo tome me ayudará a
hacerme uno con la tierra. ¿Lo entiendes?
-A la
perfección. Se hará como tú
digas.
-Me
gustaría tomarme el brebaje en este lado de la laguna, junto al pino
anciano. Te acompañaré al otro lado para burlar al reflejo y
volveré a cruzar solo.
-No,
amigo, seré yo quien te acompañe y te coja de la mano hasta que te
hagas uno con la tierra. No te preocupes por mí, algo tenía el
púrpura del cielo que me ha quitado el miedo al reflejo.
(Varios
minutos sin hablar. Interrumpe el silencio el personaje).
-Pero
antes de eso, ¿podrías hacer una cosa por mí?
-Claro.
-Tienes
que ayudarme a sembrar un sendero.
-¿Un
sendero?
-Sí,
un sendero de flores de loto que
sirva de reclamo a una bandada de quitatruenos.
-Pero
si sólo hay un quitatruenos.
-Ahora
sí, pero al amanecer, cuando tengamos plantado el sendero vendrán
más, algo me dice que vendrán.
(Anochece
le mira y ambos sonríen).
-Se
hará como tú digas. Dos vagabundos solitarios deben ayudarse a
atraer quitatruenos, ¿no?
(El
personaje le mira y ambos sonríen. Silencio mientras siembran el
sendero... Amanece. El personaje y Anochece se sientan de nuevo a los
pies del pino anciano. Comienza a hablar el personaje).
-Gracias
por el sendero. No podría haberlo sembrado solo.
-Espero
que aniden muchos quitatruenos.
(Anochece
saca un frasquito de un bolsillo).
-¿Ha
llegado la hora del brebaje, amigo?
-Sí.
(Anochece
bebe el contenido del frasco de un trago. Recuesta su espalda en el
tronco del árbol. El personaje le coge de la mano. Silencio durante
varios minutos hasta que habla Anochece).
-Se
está bien aquí en este bosque con Puccini.
-Ya
lo creo.
-No
te preocupes, vendrán otros vagabundos solitarios. Tú no puedes
entenderlo porque son cosas del otro lado del bosque pero he dejado
seleccionado que todo esto quede transcrito. Todo lo que hemos
hablado se convertirá en un relato.
-¿Qué
es un relato?
-Una
tela de araña. Es como un sendero de plumas, hojas y rayos de luna.
-¿Sembrado
para mí? (Muy sorprendido).
-Sí.
-¿Por
qué?
-Por
haber mantenido mágico el bosque. Por haber regado los árboles con
palabras.
-¿Y
ese sendero es el que atraerá a otros vagabundos solitarios a este
lado del bosque?
-Así
es.
-Vaya,
no sé qué decir. Muchas gracias.
-No
digas nada. Bebamos por Puccini. (Beben de la botella. Unos minutos
en silencio hasta que habla Anochece).
-Noto
cómo el brebaje va haciendo efecto, pronto estaré como dormido
hasta que alguien se dé cuenta en el otro lado. Entonces me
desconectarán y desapareceré de repente. Podría tardar unas horas,
cruza la laguna ya.
-No,
aquí me quedaré hasta el final.
(Anochece
cierra los ojos. Silencio durante varios minutos hasta que se escucha
un revoloteo de alas y piar de pájaros. El personaje ríe).
-¿Qué
te había dicho, amigo? Ya van viniendo. ¿Los oyes?
(Anochece
continúa en silencio).
-No,
ya no los oyes. Pero el pino anciano me dice que se posarán en ti
pronto, tan pronto como le crezca una nueva rama.
(Anochece
y el personaje continúan cogidos de la mano mientras van llegando
más quitatruenos. Silencio durante horas. De pronto Anochece
desaparece súbitamente y la mano del personaje queda flotando en el
vacío).
Conexión
interrumpida. Compruebe que su traje está conectado al terminal del
programa...
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